Para realizar esta clasificación hemos atendido a  las características de los productos que en ellas se vende, las maneras en que se introducen y establecen en el mercado, y  sus características específicas:

• Franquicia de distribución: En la franquicia de distribución el franquiciador actúa como intermediario proporcionando a sus franquiciados ciertas condiciones mucho más favorables de las que obtendrían si actuasen de forma individual.
• Franquicia industrial: La franquicia industrial entrega en cesión a sus franquiciados tecnología, procedimiento, métodos y materia prima para la fabricación de un producto determinado y de una marca conocida.
• Máster franquicia: El máster franquicia será aquella que se extienda en una zona determinada, y que mediante la cesión de los derechos para hacerlo, concedidos por el franquiciador a un franquiciado llamado franquiciador principal, tendrá en un determinado territorio ya pactado, el papel de franquiciador.

Junto a esta clasificación pueden establecerse muchas otras en función de otros parámetros como su antigüedad, número de establecimientos o internacionalización de su red. Según las necesidades de estudio en función a la intención de nuestra inversión podremos usar unas, otras o seleccionar resultados de la combinación de varias de ellas.

La Asociación Mexicana de Franquicias (AMF) es un organismo privado, creado en 1989 que surge debido a la necesidad de promover y difundir el  desarrollo, el conocimiento y la consolidación del sistema de franquicias en México.

Tiene por objetivo ser un órgano representativo de las franquicias establecidas en México, así cómo a las franquicias mexicanas establecidas en el extranjero. Vela por el correcto desarrollo, difusión y consolidación del sistema, ante cualquier organismo público o privado.

Actualmente cuenta con más de 270 afiliados, número que sigue creciendo año tras año. Entre los beneficios que ofrece a sus afiliados se encuentran:

- El respaldo por parte de la AMF, respecto del cumplimiento de estándares y requisitos para ser miembro.

- Aprovechamiento de las relaciones gubernamentales de la AMF con organismos gubernamentales.

- Presencia Internacional con representación por medio de la AMF, en Centro y Sudamérica, Estados Unidos, Canadá, Europa.

- Promoción a través de los órganos informativos de la Asociación, así como presencia en revistas especializadas de negocios, prensa, radio y televisión.

- El derecho de utilizar el logotipo de la misma. - Precios y trato preferente en Ferias, Convenciones, Conferencias y Seminarios en los que participa la AMF o sus afiliados.

- Descuentos en algunos medios masivos de comunicación, así como paquetes especiales de servicios o productos.

- La posibilidad de participar activamente dentro de la estructura directiva de la Asociación.

Para garantizar unos estándares de calidad, existen ciertos parámetros que las franquicias deben cumplir para poder formar parte de la AFM. La aceptación de la solicitud de afiliación dependerá del cumplimiento de los mismos.

La franquicia Beleki Donitas anunció que comenzará operaciones de expansión a Cuba a finales de este 2015.

Este hecho la convertirá en la primera franquicia mexicana en la isla.

Esta decisión está basada en que desde la franquicia, ven el mercado cubano como una gran oportunidad de crecimiento.

Los directivos de la compañía, han trazado un plan de expansión en el cual esperan la apertura de cinco tiendas franquiciadas en la primera etapa de desarrollo del mismo.

La localización preferida por la compañía para su posicionamiento sería principalmente en la ciudad de La Habana, debido a las facilidades de acceso a los centros comerciales.

La franquicia mexicana Beliki Donitas se dedica a la fabricación de donitas recién hechas para comercializarlas en establecimientos con productos complementarios como café caliente, café frío, frappé slush o dulces árabes.

La marca fue fundada en México en 1997, y hoy en día ya cuentan con más de 160 establecimientos en México, además del resto de nuevas aperturas en el resto de países de Centroamérica.

La Feria Internacional de Franquicias (FIF), organizada por Grupo MFV y la Asociación Mexicana de Franquicias, tendrá lugar los días 7, 8 y 9 de marzo en el WTC Ciudad de México.

La FIF es una plataforma para impulsar negocios y obtener información de primera mano sobre muchas de las franquicias disponibles en México, además de brindar la oportunidad de establecer contactos del sector.

Este año, dicha feria, reúne a cerca de 400 marcas, que incluyen cuatro pabellones internacionales correspondientes a Estados Unidos, España, Argentina y Costa Rica, además de 50 giros de negocio.

Los organizadores tienen la expectativa de que este año se cierren alrededor de 1 600 contratos, con un promedio de cuatro licencias de marca por expositor, lo que implicaría una derrama económica de 2,000 millones de pesos y la generación de 11 200 nuevos empleos.

La entrada al FIF tiene un costo de $180.00.

El empresario que tiene con un negocio de solvente, con éxito y cuenta con un know-how innovador suelen hacerse la pregunta: ¿Cómo puedo expandir mi negocio?

Una de las posibles respuestas, la que implica menos riesgo en la inversión y permite un crecimiento más acelerado, es la de convertirse en franquiciante o franquiciador.

Pero, ¿Qué significa ser un franquiciante y qué implica? A continuación veremos de que se trata el concepto y cuales son los derechos y obligaciones que esto conlleva.

Podemos definir al franquiciante como aquel que posee una determinada marca y tecnología (know-how) de comercialización de un bien o servicio, cediendo, vía un contrato, los derechos de transferencias o uso de las marcas y la tecnología aportando a su vez, de asistencia técnica, organizativa, gerencial y administrativa al negocio del franquicitario.

Las obligaciones del franquiciante son las siguientes:

• Haber desarrollado y probado a nivel práctico el negocio y la tecnología que concede al franquiciatario.
• Establecer los métodos y procedimientos para el óptimo funcionamiento de la franquicia y proporcionarlo al franquicitario.
• Brindarle al franquicitario y su equipo formación y soporte en la implantación, funcionamiento, administración y operación de su establecimiento.
• Contar con un equipo dedicado al desarrollo y perfeccionamiento del producto, servicio y técnica de actuación y gestión, además de supervisar de forma constante el funcionamiento de las unidades de negocio.

Por otro lado, tiene derecho a exigir al franquiciado el cumplimiento, entre otros, de los siguientes puntos:

• Confidencialidad sobre las informaciones transmitidas.
• Utilización de la marca bajo los parámetros establecidos en el acuerdo.
• Recibir los pagos estipulados por la cesión y uso de la marca, regalías y demás conceptos estipulados en el contrato.
• Total aceptación sobre la exclusividad de los productos que se comercializarán.
• El cumplimiento de las normas de acondicionamiento del local, y los métodos publicitarios y promocionales que serán utilizados.
• El respeto y utilización sólo de las fuentes de suministro homologadas.

El modelo empresarial de la franquicia, nos ofrece la posibilidad de convertirnos en dueños de nuestro propio negocio, proporcionándonos la seguridad de contar con el respaldo de una marca, y el know how que la misma ha obtenido a través de la práctica.

Pero, ¿qué significa realmente ser un franquicitario? Veamos su definición y cuales son sus obligaciones.

Se define como franquicitario a la persona que adquiere, vía contrato, el derecho de comercializar un bien o servicio, dentro de un mercado exclusivo, utilizando los beneficios que le ofrece una marca y el apoyo que recibe en la capacitación y el manejo del negocio.

Sus obligaciones dentro del régimen de franquicia serían las siguientes:

• Pagar al franquiciante, habitualmente, una cuota inicial de franquicia (por concepto de cesión y uso de la marca), además de regalías periódicas y otros pagos.
• Ser el responsable de la instalación, operación y administración de la franquicia de acuerdo con las normas dictadas por el franquiciante y estipuladas en el contrato de franquicia.
• Pagar todos los costos de la instalación y gastos de operación y administración del establecimiento.
• Hacerse cargo, una vez recibida la capacitación por parte del franquiciante, de seleccionar y formar al personal, con la debida supervisión por parte de la central, que trabajará dentro de la franquicia. 

El franquicitario se encuentra obligado a cumplir estas obligaciones, ya que, en algunos casos, el incumplimiento de las mismas puede llegar a ser causa para la recesión del contrato.

En México, la franquicia es el modelo de negocio que mayor crecimiento ha experimentado en los últimos años.

Pero, ¿qué es una franquicia? El concepto de franquicia es similar en todo el mundo, partiendo las principales diferencias de las distintas legislaciones que cada estado aplica para el desarrollo de las empresas en su territorio.

En México, el artículo 142 de la ley de la Propiedad Industrial, define franquicia como la cesión de una licencia que proporciona el uso de una marca, la transmisión de unos conocimientos técnicos y asistencia comercial.

El fin de dicha licencia, es que la persona a quien se le conceda pueda producir, vender bienes o prestar servicios de manera uniforme, con los métodos operativos, comerciales y administrativos establecidos por el titular de la marca, tendientes a mantener la calidad, prestigio o imagen de los productos o servicios a los que ésta distingue.

A la persona que adquiere a cambio de una contraprestación, vía contrato, ese derecho, se le llama franquicitario o franquiciado.

Por su parte el franquiciante o franquiciador es aquél que posee una determinada marca y tecnología (know how) de comercialización de un bien o servicio y decide ceder los derechos bajo ciertas condiciones.

Este es el inicio de una relación comercial compleja que, llevada de forma adecuada, puede generar a ambas partes beneficios no sólo económicos.

El contrato de franquicia es el eje fundamental sobre el girará la futura relación entre franquiciador y franquiciados. En él se regulan los derechos y obligaciones de ambas partes, los pagos, costes y contenidos de los royalties, los cánones, las políticas de aprovisionamiento e incluso los protocolos y obligaciones en caso de fin del contrato. 

A tenor de lo comentado podemos prever que tanto la redacción del contrato de franquicia como la revisión del mismo antes de su formalización deben ser cuidadosamente estudiadas.

Con el fin de conocer la opinión de un experto en la materia preguntamos a Mario Sánchez, abogado experto en franquicias y socio-director de la Consultora Grupoius, con experiencia en el desarrollo de más de 250 proyectos de franquicia, sobre cuál considera que es la característica y error más importante en la redacción y formalización de los contratos de franquicias.

Según nos comenta Mario Sánchez, "Por nuestra experiencia lo más importante a la hora de redactar o analizar un contrato de franquicia para la adhesión a una red  es considerarlo como el resumen final de una negociación entre ambas partes. En estos años hemos podido comprobar que en más del 85% de las ocasiones en que una de las partes solicita modificar condiciones contractuales a la otra esta última no lo concede en una primera instancia por lo que se inicia un proceso complicado de renegociación.

A pesar de la obvia importancia de la formalización del contrato es frecuente encontrar quien prefiere formalizar el pacto, casi bajo cualquier condición, bien para conseguir un nuevo franquiciado que considera de interés para la red o bien porque desea formar parte de una franquicia en la que teme no entrar  con la esperanza de cambiar aquellos pactos reflejados en contrato una vez haya comenzado la relación.

Tal y como hemos comentado esto constituye un grave error. Lo más importante del contrato de franquicia es que debe ser capaz de prever y mantenerse estable dando solución a los problemas del giro y tráfico de la empresa durante toda su duración ya que reunir de nuevo las voluntades de ambas partes para aceptar cambiós será muy difícil y si además esta renegociación debe establecerse para varios franquiciados a la vez puede suponer una grave crisis en la enseña que haga peligrar su viabilidad.

Para redactar correctamente un contrato de franquicia consideramos imprescindible que se haga en cumplimiento de la legalidad, como resumen de los pactos y acuerdos establecidos entre las partes y aportando soluciones y normas claras y precisas para soportar la futura relación sin necesidad de variarse hasta la finalización del periodo establecido para la franquicia."

Entre otros puntos un contrato de franquicia debe recoger, al menos, los siguientes aspectos:

• Especificación de la autorización del uso de una denominación, rótulo común u otros derechos de propiedad intelectual o industrial y una presentación uniforme de ellos.
• Compromiso de transmisión del ‘Know How’ identificado, sustancial, secreto, y diferenciador de la central franquiciadora a las personas que forman o formarán parte del nuevo local.
• Formación inicial y continúa por el franquiciador al franquiciado, así como una asistencia comercial o técnica mientras que el contrato sea válido.
• Protocolos y condiciones de aprovisionamiento. 

Al cumplir con los anteriores apartados,  se establece un acuerdo adecuado que vincula a franquiciadores y franquiciados en pleno conocimiento de las obligaciones y derechos. Al contar con estas garantías nos aseguramos un mayor éxito en el funcionamiento de la franquicia.