El modelo empresarial de la franquicia, nos ofrece la posibilidad de convertirnos en dueños de nuestro propio negocio, proporcionándonos la seguridad de contar con el respaldo de una marca, y el know how que la misma ha obtenido a través de la práctica.

Pero, ¿qué significa realmente ser un franquicitario? Veamos su definición y cuales son sus obligaciones.

Se define como franquicitario a la persona que adquiere, vía contrato, el derecho de comercializar un bien o servicio, dentro de un mercado exclusivo, utilizando los beneficios que le ofrece una marca y el apoyo que recibe en la capacitación y el manejo del negocio.

Sus obligaciones dentro del régimen de franquicia serían las siguientes:

• Pagar al franquiciante, habitualmente, una cuota inicial de franquicia (por concepto de cesión y uso de la marca), además de regalías periódicas y otros pagos.
• Ser el responsable de la instalación, operación y administración de la franquicia de acuerdo con las normas dictadas por el franquiciante y estipuladas en el contrato de franquicia.
• Pagar todos los costos de la instalación y gastos de operación y administración del establecimiento.
• Hacerse cargo, una vez recibida la capacitación por parte del franquiciante, de seleccionar y formar al personal, con la debida supervisión por parte de la central, que trabajará dentro de la franquicia. 

El franquicitario se encuentra obligado a cumplir estas obligaciones, ya que, en algunos casos, el incumplimiento de las mismas puede llegar a ser causa para la recesión del contrato.